sábado, 17 de agosto de 2013

El amor es la riqueza que nos rodea

View la foto 1.JPG in slide showView la foto 2.JPG in slide show

El amor más puro  promueve y hace el bien sin interés. El amor se alegra con la alegría y se compadece en la pena.  El amor de verdad es pensamiento y acción positiva a favor de la otra persona. El sentimiento no es suficiente para aquilatar el amor.
Sin embargo sabemos que el amor humano es limitado. Continuamente tiene que ser revisado por la persona que ama, ya que el ego suele hacer sus engaños, trastadas y  estragos. En el amor de padres a hijos el amor puede tergiversarse complaciendo en demasía las apetencias de los hijos, a veces como proyección de las propias necesidades; o confundirse con un excesivo apego y protección.
En la relación de pareja el mal amor se expresa con celos y deseos de posesión, lo cual podría conducir al maltrato psicológico y hasta físico. En la relación de amistad se puede confundir con la necesidad. Algunas pistas de si hay  amor presente en una acción o gesto, ya sea para advertirnos o para animarnos son : la hinchazón del ego en una buena acción es una alarma,  el bien que le reporta al otro nuestra acción es una señal, el esperar algo a cambio es una alarma, el dejar en libertad y estar dispuestos a seguir nuestro camino es una señal. Examinar la acción bajo estos criterios es iluminador.
Los expertos en estos temas dicen que tanto la felicidad como el amor y la creación pasan por el sufrimiento, es decir exigen encarar nuestras realidades. Me atrevo a afirmar que todo ser humano desde que nace tiene sufrimientos, (por desgracia unos más que otros y algunos hasta el extremo). Muchas veces el amor se gesta en la vivencia de los pequeños y/o grandes sufrimientos propios que saneados buscan comprender, liberarse y transmutarse en amor a los demás. Ahora bien quien no quiere sentir la herida del sufrimiento se cierra a la experiencia de amar.
View la foto 4.JPG in slide show
Las personas que abusan de los niños, sea con maltrato físico o con actos de seducción sexual, han sido heridos profundamente, ya sea por la cultura, por sus padres u otros adultos, han sido maltratados con faltas al amor, sin embargo se han quedado cerrados en su dolor. Este dolor enquistado y no procesado se convierte en odio o en una necesidad compulsiva imposible de satisfacer. Este dolor petrificado inflige a su vez otras heridas. Sanar la herida supone reconocerla y sentirla. “Quien no se quiere dejar herir, no podrá amar. El verdadero amor incluye la disposición a dejarse herir” (Anselm Grun). La ostra  convierte la herida en  una hermosa perla.

View la foto 5.JPG in slide showEl sacerdote  Maximilian Kolbe en un profundo acto de amor,  en el año 1941, en un campo de concentración nazi, tomó voluntariamente el lugar del judío Franciszek Gajowriczek quien había expresado deseo de vivir por sus hijos y esposa. El prisionero amado  murió en el 1995 y atestiguó toda la vida ese acto de amor extremo, así como el de Jesús, quien amó a los pobres, enfermos, niños, mujeres de su tiempo y les hizo el bien de forma manifiesta para cada uno de ellos.
“El amor es lo que da a nuestros días un significado profundo y es de lo que estamos hechos en realidad. El amor es la riqueza que nos rodea y está a nuestra disposición” (Elisabeth Kubler-Ross).  El amor humano se abre paso a través del egoísmo, las heridas y las imperfecciones humanas pero es la libertad humana quien le cierra el paso o lo deja pasar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario